Una web adaptable o responsive es aquella que cuenta con la capacidad de responder al tamaño de la pantalla del dispositivo en que se está viendo. En palabras más simples, el sitio se puede ver bien en cualquier aparato informático: móviles, computadoras de escritorio, notebooks y tablets.
¿Cómo funciona?
Un sitio web responsive reorganiza los contenidos para adaptarlos al tamaño de cualquier pantalla. Parece que fueran varios sitios, pero en realidad es uno solo que se acomoda a conveniencia del que lo visita.
De esa forma, se facilita al usuario la navegación y la concreción de sus metas como, por ejemplo, la reserva de una habitación de hotel o la compra de un producto.
Hacer adaptable las páginas de un sitio web es tarea, primero, de un diseñador, que es quien define cómo se verán estética y funcionalmente las páginas en cada tamaño de pantalla. También interviene un desarrollador (no siempre son una misma persona), que es el profesional que debe programar las instrucciones a los navegadores, para que interpreten la forma de mostrar las páginas según el dispositivo..
Los móviles son mayoría
Hasta hace pocos años, parecía lógico pensar que los sitios web eran accedidos casi exclusivamente desde un ordenador. Sin embargo, esto ya es cosa del pasado.
En los últimos tiempos, la mayoría de los dispositivos utilizados para navegar sitios web son móviles.
Por eso, en la actualidad un diseñador web debe pensar primero en el diseño para móviles, y luego para ordenadores y tablets.
Esto habla del riesgo que corre cualquier empresa que no tenga un sitio web adaptable a móviles, principalmente teléfonos inteligentes.
Una web mal diseñada y que no es adaptable a móviles, genera una mala experiencia de navegación al usuario, y un perjuicio al dueño del negocio, principalmente si éste busca vender a través de él.
Finalmente, es importante destacar que, desde hace ya unos años, Google empezó a penalizar a los sitios web que no contaran con adaptación móvil.
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